Nuestro mundo está atravesado por profundos cambios que se suceden a una velocidad de vértigo y que afectan a todos los campos del conocimiento. Cada día nos llegan las voces de científicos, filósofos, sociólogos, historiadores…, pregonando que el mundo, tal y como lo conocíamos hasta ahora, se derrumba como un castillo de naipes. La era digital y la globalización están provocando un cambio de paradigma. Vivimos en una época cuya seña de identidad es la complejidad.
Los profesionales de la salud mental tenemos un gran reto por delante. No podemos obviar que trabajamos en un entorno muy diferente al de los tiempos pasados. Al mismo tiempo debemos abordar en la clínica las nuevas formas de expresión del malestar y del dolor psíquico que se presentan en la actualidad.
La psicoterapia psicoanalítica ha sido y es una poderosa y eficaz herramienta terapéutica para la comprensión del sufrimiento humano y el tratamiento de los trastornos mentales. Siempre ha destacado la importancia fundamental que el marco socio-cultural tiene en el ser humano ya que condiciona y moldea la estructuración del psiquismo, la construcción de la subjetividad y los cuadros sintomatológicos.
Por ello, hoy la psicoterapia psicoanalítica nos ofrece una mirada privilegiada para acercarnos a los tiempos convulsos y cambiantes en los que estamos inmersos y unas herramientas técnicas para la comprensión e intervención de la psicopatología especifica de nuestra época.
Y es, precisamente, en el escenario actual donde su método y su técnica propia adquieren una mayor relevancia. En una sociedad que “maltrata al sujeto” al generar dificultades en la adquisición de una identidad suficientemente integrada y en el valor que el sujeto se otorga a sí mismo y a lo que le rodea, la escucha psicoanalítica prioriza la singularidad y atiende la complejidad de su funcionamiento psíquico en el marco de una relación “única” entre paciente y terapeuta.
Hoy más que nunca, la psicoterapia psicoanalítica tiene un lugar fundamental para la patología mental del siglo XXI pues toca de lleno el corazón de lo que la sociedad contemporánea y la cultura “líquida” niega al sujeto.
Comité Editorial – Equipo Docente