El congreso sobre Bion desarrollado en la ciudad de México el pasado mes de octubre ha supuesto un avance en la ampliacion y enriquecimiento de las representaciones accesibles en el campo paciente – terapeuta.
Diferentes ponentes sustentaron esta ampliación por la aparición y uso de signos procedentes de dicho campo desde la posición que Grotstein denominaba “ soñar la sesión”, lo que producía un material inédito, inesperado y sorprendente, que en ningún caso procedía de la comunicación verbal.
Esta vía permitiría sortear las dificultades que se encuentran con pacientes difíciles de alcanzar en los que lo verbal se constituye como defensa o resistencia.
En este sentid, varios ponentes del congreso, habrían señalado la hipercomplejidad de la mente, su naturaleza multidimensional, o su dimensión onírica, ( Jani Santamaria ) lo que posibilitaría la aparición de momentos de una agudizada comunicaciòn paciente- terapeuta que supondría el desarrollo de una “convergencia o experiencia de la mutua intimidad” que va mucho más allá de la comunicación verbal y que responde a la posición anteriormente señalada de “soñar la sesión”.
Este trabajo supone un incremento de la intensidad y calidad de la elaboración efectuada por el inconsciente interconectado de terapeuta y paciente, procesando los elementos beta “no susceptibles de conciencia” ( Bion ) convertiéndolos en elementos alfa, susceptibles de conciencia.
Este enriquecimiento de la representación descansaría en la idea de que la “barrera de contacto de elementos alfa” ( Bion ) encargada de convertir elementos beta en alfa, tendría una fase consciente y otra inconsciente, que se activaría en la dinámica de “soñar la sesión” ( Grotstein )
En numerosas ocasiones, esta experiencia de mutua intimidad se procesa a través del propio cuerpo y su gama de sensaciones, lo que remite al psiquismo primitivo y por tanto preverbal.
Técnicamente, esta intensa actividad interrelacional inconsciente entre paciente y terapeuta, podría ser accesible a través de una ampliación o extensión de la libre asociación freudiana en la que las representaciones palabra dejan espacios para los elementos procedentes del “ trabajo del soñar despierto compartido” mostrando primitivas representaciones afecto que discurren en un flujo compartido ( A. Bernstein ) que daría mejor cuenta de la “ materia de la que estamos hechos” ( R. Vermote )
En el mismo sentido, G. Civitarese señalò la importancia del desarrollo de la capacidad intuitiva del terapeuta sobre las producciones de este soñar que emergen de este campo compartido.
Las representaciones procedentes de este campo terapéutico son especialmente útiles en el caso de los pacientes “difíciles de alcanzar“ como en los trastornos límite o los refugios psíquicos, en los que lo verbal hace muy difícil el acceso a lo inconsciente o se constituye como defensa.
Pedro Gil Corbacho
Coordinador Módulo Psicopatología Master UAH-IEP.